Este proyecto fraguó por las inquietudes culturales de un grupo de mujeres
que coincidimos en los talleres literarios de La Casa de la Mujer de Fuenlabrada.
Decidimos asociarnos para aprender, compartir y dar rienda suelta a nuestra creatividad.
Si te gusta la lectura, la escritura, comentar libros, charlar sobre temas culturales , participar en talleres literarios y buscas un grupo en el que puedas expresarte y conocer a otras mujeres con tus mismos gustos ¡aquí nos tienes!

CERCA DE NOSOTRAS

lunes, 30 de mayo de 2016

DE LIBROS Y DE FERIAS



    ¡Buenos días!
   Hoy voy a contaros como nació el día internacional del libro y la feria del libro que, por si no lo sabéis,  son dos celebraciones diferentes. 

    Fue Vicent Clavel Andrés, en el año 1923,  quien propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona el celebrar un día del libro. La propuesta tuvo el beneplácito, en 1926, tanto del rey Alfonso XIII como del presidente Primo de Rivera.

  Se eligió inicialmente el día 7 de octubre porque así se conmemoraba el nacimiento de Miguel de Cervantes. Posteriormente se trasladó al 23 de abril porque se pensó que en primavera la temperatura era más propicia para este tipo de eventos y además estaban convencidos de que esa fecha coincidía con la muerte de Cervantes y de Shakespeare (así estaba documentado, aunque luego se supo que no era cierto).

   En 1995 la Unión Internacional de Editores propone que el día del libro pase a ser internacional y el gobierno español presenta a la UNESCO esa propuesta. En la 28ª reunión de este organismo, celebrada en París entre el 25 de octubre y el 16 de noviembre de 1995, se acordó declarar el 23 de abril de cada año "Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor".

   En cuanto a la feria del libro, se celebró por primera vez en Madrid del 23 al 29 de abril de 1933 organizada por los libreros madrileños. En su quinta edición se trasladó su celebración a finales de mayo y primeros de junio y pasó a denominarse Feria Nacional del Libro.

   En los años sucesivos, la feria viaja a diversas ciudades españolas: Barcelona, Sevilla...hasta que en la década de los sesenta se van creando ferias del libro en otras localidades españolas a imagen de la feria de Madrid.

   En 2001, por iniciativa de la UNESCO, se nombró a Madrid Capital Mundial del Libro. Desde entonces cada 23 de abril un comité de selección, integrado por representantes de la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y la UNESCO, elige a diferentes ciudades del mundo que realizan durante el año actividades culturales relacionadas con los libros.




   Pues algunas de nosotras, como buenas creativas, hemos disfrutado de lo lindo con una y otra celebración.





   En el día del libro acompañamos a nuestros amigos de  Las Eras con un recital poético.




   Esta vez elegimos poemas cortos, pero muy selectos.




   Alguno de ellos publicado por nuestra compañera, Ángela Jiménez, en uno de sus libros titulado Gotas de rocío.





   También pasamos un rato muy agradable escuchando las lecturas de mayores y pequeños.













   Siempre tan detallistas, nos regalaron una flor de caramelo y un libro.



   Pasamos una tarde maravillosa. ¡Muchas gracias!

   Y para redondear el mes de mayo también hemos estado presentes, como todos los años, en la feria del libro de Fuenlabrada.




    Este año el tema elegido ha sido Japón y hemos buceado en esa cultura milenaria para preparar nuestra participación.

   Primero hay que crear el ambiente:







  Para después dedicarse a pasar una preciosa tarde.
  Primero con un taller de Haikus a cargo de Nieves, monitora del Tao de la luna.
 Luego con nuestro taller "Por las sendas del loto" que es el título que le dimos  para esta ocasión.





   Tampoco nos faltó la puesta en escena a cargo de nuestra compañera Celia 




   Leímos poemas y biografías de poetas japonesas. La mayoría desconocidas para nosotras hasta entonces.



 


   También tuvimos nuestro entregado público. 








   Que participó en los juegos que se fueron sucediendo. Primero  creamos haikus




     que decoraron las paredes del recinto.



     Posteriormente una sopa de letras japonesa.



      Muy facilita, eso sí...




     También tuvimos un detalle para  los asistentes: preciosos marca páginas inspirados en Japón. 





    Y acabamos la tarde saboreando un perfecto té de jazmín.

   Sin duda unas jornadas para recordar.
   ¡Gracias a quienes las habéis hecho posibles!


Belén R. Cano